Cada familia ocupa un lugar privilegiado en el alma de sus miembros… cuan obvio y cuan misterioso.
Entre tantas formas que una familia toma en cada miembro, reflexiono sobre la de la familia como escuela.
Conciente o inconcientemente, incistente o pacientemente, suave o agresivamente, la familia como escuela del alma ilumina focos de trabajo para erguirnos. Es un fenómeno de todos con todos; querramos o no, tarde o temprano, de cerca o de lejos, la familia como escuela del alma nos moviliza desde lo simpático a lo antipático, desde lo ideal a lo patético, desde la alegría al dolor, desde el orgullo a la verguenza. Quiza suena deprimente …; pero es real …; y universal.
La experiencia familiar incómoda, indeseada no es opcional. Lo que sí podemos elegir es aprovechar esos movimientos para intentar erguirnos; que difícil. Lo que si podemos elegir es acompañarnos en esos movimientos. Que bendición.
Terminamos el año 2022 celebrando el día de la Sagrada Familia; le pido que en este nuevo año nos bendiga y nos ayude a sacralizar un poco más la nuestra.